Responsable: Doctora Martha Elena Zapién Rosas. Facultad de Medicina Dr. Ignacio Chávez de la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo en Morelia Michoacán. Formación en Medicina tradicional china en Paris, Francia. Formación en Homeopatía en Bélgica y México. Formación en Medicina Antroposófica, en Estraburgo, Francia.
Estos estudios, aunados a los conocimientos de la medicina herbolaria tradicional de Michoacán, México, son los que pone a la práctica en su consulta.
La medicina antroposófica, ¿qué
es?
Es una medicina integradora que se abastece de dos fuentes: Por un lado, de la medicina científica, es decir, de la medicina convencional con sus métodos y descubrimientos; por el otro, de los conocimientos científico-espirituales. Ambas fuentes son en sí inseparables y ello se debe a que el ser humano está compuesto no sólo de un cuerpo, sino de un psiquismo y de una personalidad individual. Los médicos con esta orientación, consideran la vida corporal y anímica junto con la individualidad humana como un todo unitario, en el cual las partes se influyen y se complementan. No se trata de una “medicina alternativa” pues no pretende suplantar a la medicina convencional, sino ampliarla y enriquecerla, ya que se yergue sobre la base científica de ésta aunque da un paso más allá. Esto significa que la medicina antroposófica recurre a todo el arsenal de conocimientos útiles de que dispone la investigación científica en relación al Ser humano como "objeto"”, utiliza la tecnología médica, los análisis de laboratorio, la farmacopea, cirugía, medicina de cuidados intensivos. Pero por encima de esto, concibe al sujeto “ser humano” en su personalidad global y singularidad vital. Algo que consigue gracias a la aplicación de leyes antropológicas. Es decir: toma en cuenta para sus observaciones y terapéutica lo que es peculiar de ese ser humano en cuestión conjugándolo con el marco general de la enfermedad. Pues cada ser humano es único.
De ello se deriva que la medicina antroposófica no es en sí un protocolo fijo de tratamiento; por el contrario, lo que evita es lo rutinario. Y aunque los cuadros patológicos se asemejen entre sí
en repetidas ocasiones, cada enfermedad recibe a través de cada paciente una cara nueva ; una cara inseparable de la individualidad del enfermo.
La medicina antroposófica se interesa por lo físico al igual que por lo psíquico y las circunstancias personales que, desde un principio, han abonado el terreno para que surjan los factores
predisponentes a la enfermedad. El reconocimiento de este hecho y su traducción terapéutica, así como el dirigirse el médico una y otra vez de forma nueva a cada enfermo, guiado por los
conocimientos científicos, la experiencia médica, su juicio propio e intuición, constituye en suma, una descripción de lo que es esta corriente médica. Pues una medicina que prescinde del hombre
como individuo, no es una medicina humana.